El tejido waterproof, o impermeable en español, designa un material resistente al agua. Esta especificidad técnica puede revelarse en tres niveles: o bien la materia es naturalmente impermeable gracias a las fibras que la componen, o bien se trata con un recubrimiento waterproof para convertirse en un tejido repelente; o finalmente, la densidad de su tejido es muy alta, lo que le confiere una resistencia muy particular al agua.
¿La sutileza entre un material impermeable y un tejido repelente? Su resistencia en el tiempo. El tejido impermeable será el más robusto: a menudo derivado del caucho o del plástico, su estanqueidad es total, a diferencia del tejido repelente. Generalmente fabricada en algodón o poliéster, una materia se vuelve repelente después de un tratamiento repelente duradero (DWR) aplicado en su superficie exterior. Gracias a este apresto, el agua resbala sobre el tejido, sin impregnarse. Sin embargo, los poderes hidrofóbicos del tejido repelente no son permanentes; por lo tanto, a veces es necesario reactivarlos mediante un nuevo tratamiento.
En cualquier caso, ya sea impermeable o repelente, el tejido waterproof seduce hoy en día por sus diferentes aspectos (algodón recubierto, lona encerada, Nylon ripstop, tejido de exterior en poliéster…) y se utiliza en numerosos ámbitos. ¡Incluido el de la moda!